El futuro de la naturaleza humana: implicaciones éticas y bioéticas
Publicado el 13 de junio de 2022
En una sociedad que avanza tecnológicamente a pasos agigantados, la bioética se convierte en un campo cada vez más relevante. Jurgen Habermas, una figura prominente del debate ético, urge a Alemania y al mundo a no desentenderse del legado histórico eugenésico y enfrentar dilemas contemporáneos como el diagnóstico genético preimplantacional (DGP) y la investigación con embriones.
La prohibición del DGP se sostiene en la actualidad, y se extiende a prácticas como la clonación terapéutica y la maternidad subrogada. Pero en un contexto de constante cuestionamiento y debate, Habermas plantea una reflexión profunda antes de que ciertas prácticas genéticas, hoy día inviables, sean posibles en el futuro. Estas no solo plantean cuestiones técnicas o científicas, sino que interpelan directamente a la esfera de la libertad y la moral humana.
Habermas ve en la eugenesia liberal, un debate predominante en la bioética angloamericana, un asunto de gran complejidad: no se trata únicamente de la libertad cívica de las personas, sino también de la autocomprensión ética de lo que significa ser humano. La genética contemporánea, afirma, interfiere en nuestra percepción común y mínima de la humanidad, base de nuestra moral y justicia.
El filósofo defiende una perspectiva que respete la autonomía e igualdad moral de los individuos, argumentando en contra del DGP por susceptibilidad a la discriminación y la instrumentalización. Su visión apunta a lograr una sociedad liberal donde las intervenciones en el genoma humano sean objeto de consideración ética profunda.
Para entender más sobre las técnicas genéticas avanzadas, como el DGP, y su implicación en nuestras vidas futuras, es esencial estar informados y participar activamente en el diálogo bioético.