En un avance significativo para el campo de la reproducción humana, investigadores han demostrado que la edad biológica del esperma, determinada por marcas epigenéticas específicas, está relacionada con características morfológicas del esperma, pero no necesariamente con los parámetros seminales convencionales examinados en las evaluaciones estándar de la fertilidad masculina.
El estudio, impulsado por un equipo de científicos del Centro C.S. Mott de Crecimiento y Desarrollo Humano y del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne, ubicada en Detroit, Míchigan, examinó las muestras de esperma de 379 hombres de un grupo no clínico, junto con 192 hombres que buscaban tratamiento de fertilidad, representando un grupo clínico.
Los análisis de semen realizados en ambas cohortes demostraron que la edad epigenética del esperma (SEA por sus siglas en inglés), obtenida mediante un algoritmo de aprendizaje automático y datos de metilación del ADN, no estaba asociada con características estándar del semen como volumen, concentración y forma general de los espermatozoides.
La investigación, que implicó un detallado examen de las anomalías morfológicas espermáticas utilizando datos de metilación del ADN, encontró que un SEA más avanzado se asociaba significativamente con un mayor tamaño de la cabeza del esperma, una forma alargada y perimetral, así como con la presencia de espermatozoides en forma de pera y con cabezas más afiladas.
Estas anomalías morfológicas pueden afectar la eficiencia del espermatozoide para fertilizar el óvulo y, por consiguiente, pueden influir en el tiempo que se tarda en concebir. Al no haber encontrado ninguna correlación significativa entre el SEA y los parámetros de semen convencionales en ninguno de los dos grupos de estudio, la investigación sugiere que el SEA podría actuar como un biomarcador independiente de la calidad del esperma.
Los resultados refuerzan el papel crucial de la salud epigenética del esperma en la fertilidad masculina y subrayan la necesidad de desarrollar métricas biomoleculares más precisas para evaluar la fecundidad masculina, más allá de los análisis convencionales de semen. El estudio también indica que la intervención y el diagnóstico personalizados para las parejas que buscan tratamientos de fertilidad podrían mejorar con la adopción de la tecnología SEA.
La infertilidad, caracterizada por la incapacidad de concebir después de 12 meses de relaciones sexuales sin protección, afecta aproximadamente al 17.5% de las parejas en el mundo, y casi la mitad de estos casos implican factores relacionados con la infertilidad masculina. Las evaluaciones iniciales de infertilidad masculina típicamente se centran en la observación de parámetros del semen como la cantidad, concentración y movilidad de los espermatozoides.
Con el avance de la edad paterna, la calidad de los espermatozoides tiende a disminuir, aumentando los riesgos de complicaciones durante el embarazo, nacimientos prematuros y bajo peso al nacer. Por ello, el estudio de la edad biológica del esperma y su influencia en la salud reproductiva es fundamental para comprender la fecundidad masculina y orientar los esfuerzos clínicos de intervención.
El estudio se publicó en el portal PMC, una base de datos fiable y oficial de artículos científicos en el campo de la biomedicina. Para mayor información referente a análisis de semen y consultas especializadas, como un Seminograma en Sevilla, puede visitar el sitio web de Mundo Fertilidad.
La investigación fue financiada en parte por instituciones prestigiosas como el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y se llevó a cabo siguiendo todos los estándares y protocolos éticos establecidos por el Consejo de Revisión Institucional de la Universidad Estatal de Wayne. La recolección de datos para este estudio fue meticulosa y se llevó a cabo con consentimiento informado de todos los sujetos involucrados.
El conocimiento adquirido gracias a este estudio puede abrir nuevas vías para el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad masculina y posiblemente, algún día, se convierta en una herramienta estándar dentro de la evaluación de la fertilidad masculina en todo el mundo.