La mente juega un papel muy importante en las vivencias que experimentan las personas, ya sea un acontecimiento importante como lo es un embarazo, o bien un suceso banal como ir a comprar el pan.
Cada suceso y momento que ocurre a lo largo de la experiencia vital de las personas viene condicionado por la mente y por cómo cada individuo lo experimenta. Dentro de estos sucesos también se instaura
el embarazo, el cual posee mucha incidencia psicológica.
De hecho, tanto es así que incluso se han dado casos de embarazos psicológicos, también denominados embarazos utópicos. Estos se caracterizan por una serie de rasgos que se mencionarán a continuación.
¿Qué es el embarazo psicológico?
El embarazo psicológico o utópico consiste en un trastorno que experimenta una mujer que cree estar en estado de buena esperanza.
Ésta experimenta todos los síntomas que se incluyen en un embarazo, aunque en realidad no está esperando un bebé.
El embarazo psicológico también se conoce, científicamente, como pseudociesis e incluso Síndrome de Rapunzel. Como tal, como síndrome, éste se considera un trastorno mental que puede tener distintas causas y motivos, los cuales se repasarán más adelante en este mismo artículo.
Todos ellos no involucran un fingimiento. La mujer que sufre un embarazo psicológico cree, real y físicamente, estar embarazada.
Todo lo que ella experimenta es exactamente igual a un embarazo real.
¿Qué síntomas tiene el embarazo psicológico?
El embarazo psicológico, como cualquier otro trastorno o patología, posee una serie de síntomas, los cuales coinciden, obviamente, con los del embarazo. Así pues, los síntomas son los siguientes:
- Aumento del volumen abdominal.
- Náuseas matutinas.
- Ausencia de menstruación (menarquia).
- Alteración de las hormonas: disminución de la LH y de la FSH, hecho que lleva a la menarquia.
- Aumento del tamaño y sensibilidad de los senos, ocasionado por la subida de prolactina y progesterona.
- Producción de leche.
- Sensación subjetiva de movimientos fetales.
- Aumento de peso.
También es frecuente que
muchas mujeres experimenten contracciones y dolores previos al parto. Este cuadro también facilita la desaparición del resto de episodios en la mayoría de casos, pues al funcionar igual que un parto tradicional, cuando se ha dado a luz, el embarazo acaba.
¿Por qué sucede el embarazo psicológico?
El embarazo psicológico o pseudociesis afecta a cualquier mujer, sin importar su etnia, clase social, religión o cultura. De hecho, el parámetro de edades de las mujeres más susceptibles a sufrirlo va de los 20 a los 40 años y sucede con mayor frecuencia en mujeres casadas.
No obstante, también se han detectado casos en mujeres con menopausia e incluso en niñas o adolescentes menores de edad. Eso sí, sea cual fuere el caso,
la aparición de una pseudociesis es muy baja: 1 de cada 22.000 embarazos es psicológico.
Una de las causas más “masificadas” o importantes de la pseudociesis es la presión social por ser madre y el consecuente miedo a no poder serlo. Muchas mujeres han sentido una presión muy alta entorno al hecho de ser madres, tanto por parte de su familia carnal como política.
Incluso en muchos casos,
las mujeres que no podían tener hijos eran desprestigiadas y menospreciadas. Afortunadamente este tipo de razones ya no afectan tanto a las mujeres de hoy en día, pues sus preferencias han cambiado. No obstante, eso no quiere decir que no sigan apareciendo casos.
Otras
razones que llevan a las mujeres a sufrir un embarazo psicológico son las siguientes:
- Temor a que su pareja la deje por no quedar embarazada.
- Sensación de soledad.
- Abuso sexual durante la infancia.
- Poca adaptación a los cambios y/o a las situaciones desagradables.
- Depresión, crónica o temporal.
- Vivir una situación estresante.
- Baja autoestima.
- Miedo de quedarse embarazada.
- Infertilidad o dificultad para quedar embarazada.
- Cuando la menopausia se acerca y la mujer aún desea tener hijos.
Así pues, el embarazo psicológico, utópico o pseudociesis no es un mero síndrome estacional o temporal, es una condición patológica y mental que afecta a las mujeres. Para más información, nuestros lectores pueden ponerse en contacto con cualquiera de los profesionales que forman
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