Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Descubriendo sus Beneficios y Principios
Un enfoque de la psicología clínica que está obteniendo reconocimiento a nivel mundial por su eficacia es la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que propone un camino alternativo para el tratamiento de diferentes trastornos y dolencias psicológicas, centrado en la aceptación de las experiencias adversas y el compromiso con acciones basadas en los valores personales.
Desarrollada en la década de 1980 por los doctores Steven Hayes, Kelly Wilson y Kirk Strosahl, la ACT se basa en el concepto de flexibilidad psicológica, que se define como la habilidad de mantener o cambiar el comportamiento, en función de la situación presente y en consonancia con los valores y metas personales, incluso cuando surgen pensamientos o emociones perturbadoras.
Según especialistas en el campo como la Dra. Michelle Maidenberg, trabajadora social clínica licenciada de Nueva York, la ACT se distingue por su aproximación a la aceptación sin defensa de los sentimientos y pensamientos desafiantes, permitiendo a las personas dejar de evitar experiencias emocionales y, por consecuencia, reducir el estrés y el sufrimiento asociado a la evitación.
La Dra. Alice Rizzi, psicóloga licenciada brinda luz sobre cómo la ACT, como terapia procesal, orienta a los pacientes a comprender mejor sus reacciones en el momento presente y los resultados derivados de sus comportamientos.
La ACT se estructura en torno a seis procesos centrales que fortalecen la flexibilidad psicológica:
- La aceptación de emociones y pensamientos sin intentar cambiarlos.
- La defusión que cambia nuestra interacción con ciertos pensamientos, ayudando a verlos como simples pensamientos.
- El contacto con el momento presente que fomenta la conciencia de lo que sucede alrededor y dentro de nosotros.
- La perspectiva del yo que permite desarrollar una visión más flexible de nuestra identidad.
- El establecimiento de valores personales que guían y motivan nuestras acciones.
- El compromiso con acciones que alinean con nuestros valores personales.
La efectividad de la ACT ha sido evaluada en numerosos ensayos controlados aleatorios, que abarcan una amplia gama de condiciones objetivas como la ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias y el dolor crónico. La Sociedad de Psicología Clínica y la American Psychological Association son algunas de las organizaciones que respaldan la ACT como una terapia efectiva.
En el ámbito de los trastornos de ánimo, el Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos también reconoce la ACT como una terapia basada en la evidencia.
Para aquellos interesados en explorar la Terapia de Aceptación y Compromiso y cómo puede contribuir a su bienestar, se recomienda buscar especialistas con formación en ACT. Facilitadores que no solo cuenten con entrenamiento, sino que activamente utilicen la ACT con sus clientas, puedan ser encontrados a través de directorios especializados.
Dentro del proceso terapéutico, se aprende mucho sobre uno mismo, incluyendo la forma en que uno piensa, siente y responde a diferentes situaciones, además de cómo se interactúa con otros. La implementación adecuada de la ACT debe hacer que los pacientes se sientan comprendidos, validados y les proporciona las herramientas para seguir un camino que sea significativo para ellos.
Si busca mayor orientación y apoyo en este viaje hacia el bienestar, en organizaciones especializadas podrá encontrar programas de asesoramiento y coaching personalizado para guiarle en el proceso.
Es fundamental recordar que la información aquí presentada tiene propósitos meramente informativos y no sustituye el asesoramiento médico profesional. Siempre se debe consultar con un especialista para obtener consejos personalizados con respecto a la salud mental individual.