Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos han respaldado una investigación que revela la eficacia de una terapia cognitivo-conductual dirigida para disminuir el riesgo de enfrentar desafíos de salud mental tras el parto. El estudio, realizado en la provincia de Punjab, Pakistán, sugiere una alternativa prometedora frente a la escasa disponibilidad de especialistas en salud mental en regiones con recursos limitados.
La investigación, liderada por la Dra. Pamela J. Surkan de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, propone que una intervención oportuna para reducir la ansiedad durante la gestación puede prevenir condiciones de salud mental postparto. Dicha prevención es crucial, no solo para el bienestar de las madres sino también para el desarrollo saludable y crecimiento de sus hijos.
El equipo de la Dra. Surkan incorporó las vivencias y preocupaciones de mujeres embarazadas en Pakistán, lo que les permitió elaborar una intervención enfocada en la terapia cognitivo-conductual (TCC), una psicoterapia que capacita a los individuos para alterar pensamientos y comportamientos específicos causantes de ansiedad.
La intervención, nombrada "Madre Feliz-Bebé Sano", se probó mediante un ensayo controlado aleatorio. Participaron mujeres embarazadas con síntomas de ansiedad de nivel leve o superior, sin depresión, a quienes se asignó aleatoriamente la intervención (380 mujeres) o la atención médica rutinaria (375). Los consejeros encargados de llevar a cabo la terapia fueron profesionales con formación básica en psicología pero sin experiencia clínica previa, quienes recibieron capacitación especial para el estudio.
Las sesiones se enfocaron en la identificación y modificación de pensamientos y comportamientos ansiosos, reemplazándolos por otros beneficiosos. A las participantes se les evaluó seis semanas después del parto para determinar niveles de ansiedad y depresión. Los resultados, publicados el 26 de febrero de 2024 en Nature Medicine, son alentadores.
Se observó que sólo el 9% de las mujeres que participaron en la TCC presentaron ansiedad de moderada a severa tras seis semanas del nacimiento de sus hijos, en contraste con el 27% del grupo de control. Además, solo el 12% de las mujeres del grupo de TCC experimentaron un episodio de depresión mayor, en comparación con el 41% del grupo de control.
Dr. Joshua A. Gordon, director del Instituto Nacional de Salud Mental de NIH, destacó la importancia del estudio al enfatizar la carencia global de especialistas en salud mental y la posibilidad de que profesionales no especializados puedan ofrecer un apoyo esencial a las mujeres durante un periodo tan crítico.
La iniciativa ha sido financiada por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), un testimonio del compromiso del NIH con la conversión de descubrimientos científicos en mejoras tangibles para la salud.