La criopreservación de óvulos es una de las técnicas más modernas de la reproducción asistida. Consiste en la congelación ultrarrápida de los ovocitos para poder usarlos en el futuro para tener un hijo. Una opción que cada vez eligen más mujeres que por razones económicas, aspiraciones profesionales, enfermedades o por no haber encontrado a la pareja adecuada, deciden retrasar la edad para ser madres.
En España la edad media del primer embarazo se sitúa en torno a los 32 años y el número de hijos por mujer se ha reducido a 1,3 debido a la edad más tardía a la que se decide ser madre. Y es que por cada año que pasa la mujer es menos fértil, especialmente a partir de los 35 años. Si antes de esta edad las posibilidad de concebir es del 25%, al llegar a los 40 años es solamente del 7%. Por este motivo, muchas mujeres se plantean congelar sus óvulos y conseguir ser madres con mayores probabilidades en el futuro.
Ventajas de la criopreservación de óvulos
- Permite congelar los óvulos en mujeres jóvenes que quieren ser madres con sus propios óvulos en el futuro, retrasando de esta forma la maternidad hasta el momento que consideren oportuno.
- Permite que los óvulos se mantenga en perfectas condiciones durante muchos años sin que sus propiedades y características se vean perjudicadas. Además, al contrario de lo que sucede con otras técnicas de congelación, la criopreservación aumenta las posibilidades de supervivencia de los óvulos tras la descongelación.
- El hecho de contar con embriones congelados cuando el primer intento no ha tenido éxito permite evitar comenzar de nuevo todo el proceso de fecundación in vitro. Con el gasto de tiempo y dinero que esto supone. Con un sencillo análisis previo es suficiente para realizar la transferencia.
- Aunque se logre concebir, los embriones congelados pueden ser utilizados posteriormente para iniciar otro proceso de fecundación in vitro si la mujer quiere volver a ser madre.