Investigación francesa señala a los ciclos artificiales con mayor riesgo de bebés grandes para la edad gestacional tras la transferencia de embriones congelados

Un estudio reciente realizado en Francia ha examinado si el tamaño grande para la edad gestacional (LGA por sus siglas en inglés) en recién nacidos únicos después de la transferencia de embriones congelados está correlacionado con la técnica de congelación utilizada o el protocolo de preparación endometrial. Los hallazgos podrían influir en las prácticas de las clínicas especializadas y ofrecer orientación para futuros tratamientos de fecundación in vitro (FIV).

Este análisis longitudinal nacional, el cual fue financiado por la Agencia Francesa de Biomedicina, abarcó el registro de datos de IVF a nivel nacional desde 2014 hasta 2018. Se incluyeron nacimientos singulares procedentes tanto de transferencias de embriones frescos como congelados que fueron recolectados prospectivamente en centros de fertilidad. Además, se recopilaron datos complementarios de los protocolos de vitrificación y de preparación del endometrio.

La investigación comprendió información de 35 centros de ART en Francia, incluyendo un total de 72,789 transferencias de embriones frescos, 10,602 mediante congelación lenta y 39,062 mediante vitrificación. Los principales resultados clínicos se presentaron según el origen de los embriones trasladados y las preparaciones endometriales para la FET, comparando cinco diferentes grupos.

De todas las transferencias, se produjeron 19,006, 1,798 y 9,195 partos correspondientes a tasas de parto por transferencia del 26.1%, 17.0% y 23.5% después de la transferencia de embriones frescos, congelación lenta y vitrificación, respectivamente. Se observó una tasa significativamente más alta de aborto espontáneo en ciclos artificiales en comparación con ciclos ovulatorios.

En un análisis multivariable, el riesgo de LGA después de la FET aumentó significativamente en ciclos artificiales en comparación con ciclos ovulatorios. Sin embargo, no hubo asociación del riesgo de LGA con el procedimiento de congelación ni con el estadio del embrión al momento de la congelación.

El estudio también asegura que, aunque otros factores pueden estar involucrados, el tratamiento de preparación endometrial parece tener el mayor impacto en el riesgo de LGA posterior a la FET, sugiriendo que la FET durante ciclos ovulatorios podría minimizar el riesgo de trastornos del crecimiento fetal.

Hay que destacar que la base de datos nacional francesa no cuenta con informaciones respecto al contexto materno, como la causa de la infertilidad o comorbilidades maternas, y no dispone de datos sobre las condiciones de cultivo de embriones e incubación, lo que podría limitar la validez de algunas comparaciones respecto al riesgo de LGA según el dispositivo o medios de vitrificación utilizados.

Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones más amplias, ya que proporcionan una dirección clara sobre el impacto de distintos protocolos en el desarrollo fetal. Los resultados resaltan la importancia de elegir un protocolo de preparación endometrial adecuado en los tratamientos de reproducción asistida para minimizar los riesgos de desórdenes en el crecimiento fetal, contribuyendo a mejores resultados neonatales.