¿Sabías que hasta alrededor de un 15% de las parejas son estériles? Y en más de un 30% de estas parejas, la causa es la infertilidad masculina, relacionada con la baja producción de espermatozoides, a obstrucciones que impiden la liberación normal o a la incorrecta función de los mismos. Pero además, factores como los problemas crónicos de salud, el estilo de vida, las lesiones y las enfermedades también pueden influir en la infertilidad del hombre.

Aunque la mayor parte de las veces, los hombres no lo saben hasta que intentan concebir un hijo, lo cierto es que hay algunos síntomas que pueden alertarnos al respecto, como los problemas con la función sexual, la hinchazón, el dolor o algún bulto en la zona de los testículos, la incapacidad para percibir olores, un historial clínico con problemas de próstata, una cirugía en los testículos, las ingles, el pene o el escroto, las infecciones respiratorias crónicas, la reducción del vello corporal o un crecimiento mamario anormal.

No obstante, no podemos hablar de infertilidad hasta que ha transcurrido un año sin que la pareja haya logrado concebir después de haber mantenido relaciones sexuales durante este año sin utilizar ningún tipo de anticonceptivo.

Principales causas de la infertilidad masculina

Para poder concebir, es importante que el esperma que se produzca sea de calidad y saludable. Al menos uno de los testículos debe funcionar correctamente y el organismo debe generar testosterona y otras hormonas para mantener la producción.

Si la cantidad de espermatozoides es baja, las posibilidades de que el espermatozoide fecunde al óvulo son menores. Se considera que la cantidad es baja cuando el número de espermatozoides por mililitro es menor a 15 millones o de menos de 39 millones en total por eyaculación.

Pero la infertilidad también puede deberse a una baja movilidad de los espermatozoides. Si el movimiento del esperma es anormal, puede haber dificultades para alcanzar el óvulo y fecundarlo.

Una exposición excesiva a ciertos elementos ambientales como las toxinas, el calor o las sustancias químicas pueden disminuir la función o la producción de los espermatozoides. Pero también usar prendas demasiado ceñidas o trabajar durante muchas horas con un portátil sobre las piernas.

La reducción de la fertilidad en hombres también puede tener que ver con problemas de salud y tratamientos médicos como infecciones, problemas de eyaculación, que los anticuerpos ataquen a los espermatozoides, testículos no descendidos, tumores, desequilibrios hormonales, defectos cromosómicos, defectos en los túbulos que transportan los espermatozoides, problemas sexuales, enfermedad celíaca, cirugías previas o algunos fármacos.

El consumo de drogas, bebidas alcohólicas y tabaco, el estrés emocional, el sobrepeso y la depresión también pueden influir notablemente en la fertilidad masculina. Además, determinados trabajos que implican pasar mucho tiempo sentado también se pueden relacionar con la infertilidad.