El parto puede acondicionarse en diversos entornos y no tiene por qué ser siempre una habitación o paritorio de un hospital.
Algunas mujeres prefieren dar a luz en casa, concretamente en su cama o incluso en su bañera.
De hecho,
el parto en el agua es una de las formas o ambientes de parto más sopesados por muchas madres. Quienes lo han probado y en caso de necesitarlo, repiten, además de que resaltan todos los pros que este ambiente les ofrece, a ellas y a sus pequeños.
¿Cómo se desarrolla el parto en el agua?
El parto en el agua se lleva a cabo, valga la redundancia, dentro del agua. Por ello la mujer embarazada debe introducirse bien en la bañera de su casa, bien en una piscina aclimatada y preparada para ello. Hay hospitales que ofrecen este tipo de parto.
La dilatación que debe presentar la mujer antes de introducirse en el agua es de 3 a 5 centímetros. La razón radica en lo óptimo del momento:
si se hace antes de esta dilatación, el agua ralentiza las contracciones, en cambio, con ese perímetro el agua ayuda a dilatar aún más.
Durante la dilatación, sí que se recomienda permanecer dentro del agua. Sin embargo,
una vez se ha iniciado el parto y el bebé empieza a salir, es mejor que la madre salga de la bañera o piscina. El tiempo total recomendado dentro del agua es de dos horas como máximo.
Características del parto en el agua
El parto en el agua no sólo se caracteriza por desarrollarse en este ambiente, en el agua, sino por otras muchas particularidades que lo distinguen del parto médico y hospitalario habitual. Estas características son las siguientes.
- Se requiere una matrona o comadrona dedicada a la atención completa de la parturienta. Ellas tienen un papel muy importante en este tipo de partos, pues no sólo atienden en el aspecto médico, también apoyan y reconfortan a la madre y al padre.
- Los partos en el agua no implican medicamentos y tampoco epidurales. Este tipo de parto se considera natural en todos los términos.
Beneficios del agua en el parto en el agua
- El agua no debe estar muy caliente, pero sí templada. En este ambiente, la mujer podrá moverse sin limitaciones, a no ser que el espacio de su bañera no lo permita, y cambiar su postura.
- El agua ayuda a controlar la tensión arterial, a relajar el perineo, alivia los dolores y permite que las contracciones sean menos dolorosas, debido al hecho de flotar en ella.
¿Todas las mujeres pueden someterse a un parto en el agua?
No, no todas las mujeres o, mejor dicho, no todos los embarazos pueden someterse a este tipo de parto, pues existen particularidades especiales que complican la venida al mundo del pequeño.
Las mujeres con embarazos múltiples, de alto riesgo y con un bebé colocado en una postura de nalgas no deben tener a su hijo mediante esta técnica.
Tú, lectora, eres una futura mamá y estás pensando en este tipo de partos.
Consulta con tu médico y tu ginecólogo antes de nada. Ellos te informarán sobre si puedes o no someterte a él.