En la actualidad, los problemas de fertilidad son más frecuentes de lo que muchas veces nos imaginamos. Por eso, los tratamientos de reproducción asistida se han convertido en la tabla de salvación para aquellas parejas que no lo logran o para mujeres que quieren ser madres solteras. Desde que se empezaron a aplicar este tipo de tratamientos, más de un millón de parejas en España han vuelto a recuperar la ilusión. Hoy 2 de cada 100 niños nacen gracias a estos métodos y se espera que la cifra siga aumentando, ya que el porcentaje de personas que en los últimos 10 años han necesitado de asistencia para concebir se ha duplicado.
Lo que para muchas parejas es un proceso natural, para otras muchas, las dificultades para que la mujer se quede embarazada pone a prueba a ambos tanto a nivel físico como emocional. Y es que este tipo de tratamientos afectan a las mujeres de muy diversas formas; tanto en la relación con su pareja como en su sexualidad respecto a otras mujeres y en el terreno personal y profesional. Lo cual se debe al hecho de que la infertilidad sea una situación difícil de prever e indeseada donde perdemos el control sobre nuestro cuerpo, pudiendo acarrear problemas de autoestima, depresión y ansiedad.
¿Cómo evitar los sentimientos negativos que se derivan de la infertilidad?
Para evitar los sentimientos negativos que suelen derivarse de esta situación, lo primero es aceptar que la intervención de otros será necesaria, ya que el estado anímico influye en gran medida en la capacidad de concebir de la mujer. Y aunque no hay una fórmula que funcione de la misma forma para todas las mujeres, es recomendable reforzar la comunicación con la pareja, practicar deporte, cultivar nuestra vida social (siempre que las conversaciones no giren en torno a niños y embarazos), informarse adecuadamente sobre el proceso de reproducción asistida y asumir la posibilidad de que el tratamiento no funcione.
También puede venir bien buscar ayuda psicológica y unirse a grupos de ayuda donde compartir la experiencia. Y es que aunque el proceso se afronte en pareja, acumular intentos infructuosos puede ponernos en jaque.