El letrozol, comercializado bajo el nombre de Femara, es una tableta oral que se prescribe para el tratamiento del cáncer de mama en pacientes específicas. Pertenece a la clase de inhibidores de la aromatasa y está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su uso en mujeres que han pasado por la menopausia.
La indicación principal de Femara es para mujeres que presentan formas particulares de cáncer de mama en etapas tempranas o avanzadas. En la etapa temprana, el cáncer aún no se ha diseminado fuera del seno o de los ganglios linfáticos de la axila. En su forma avanzada, el cáncer se ha propagado a zonas cercanas o más distantes del cuerpo.
Femara también es utilizado de manera no oficial, es decir, fuera de la etiqueta, para el tratamiento de la infertilidad en mujeres. Esta práctica se refiere al uso de un fármaco aprobado para tratar una condición, utilizándolo para tratar otra diferente.
El letrozol se prescribe para mujeres posmenopáusicas, específicamente aquellas con canceres que son positivos a receptores hormonales (RH+), potenciando su crecimiento por hormonas, incluyendo el estrógeno.
El tratamiento con Femara se empieza generalmente en dosis de 2.5 mg una vez al día y se ajusta según las necesidades individuales y la respuesta al tratamiento. En algunos casos, se puede recomendar una dosis mayor para tratar la infertilidad, siendo esta de 5 mg o 7.5 mg diarios durante 5 días.
Entre los efectos secundarios comunes de Femara se incluyen síntomas como fatiga, mareos, náuseas, y otros que generalmente desaparecen tras los primeros días de tratamiento. Los efectos graves no son frecuentes pero pueden ocurrir e incluyen la disminución de la densidad mineral ósea o aumento del colesterol.
Además, se resalta que Femara puede inducir una caída en los niveles de estrógeno que conduzca a una disminución de la densidad ósea, un factor que puede aumentar el riesgo de fracturas. Se sugiere monitorizar la salud ósea durante el uso de este medicamento.
clínicas de fertilidadEs importante resaltar que Femara no debe usarse durante el embarazo ni la lactancia debido a los riesgos de daño fetal y efectos adversos en el bebé en desarrollo. Hablar con un médico sobre métodos anticonceptivos apropiados es crucial durante el tratamiento.
La decisión de usar Femara para fines de fertilidad debe tomarse en consulta con un profesional de la salud, considerando todos los beneficios y riesgos potenciales asociados con su uso.
El costo de Femara puede variar según factores como el plan de seguros médicos y la farmacia escogida. Se recomienda verificar la disponibilidad de programas de asistencia y considerar las formas genéricas disponibles que podrían ser una alternativa más accesible.
Como en cualquier tratamiento médico, es fundamental discutir el uso de Femara con un médico, quien evaluará detalladamente cada caso para determinar la mejor opción terapéutica disponible.