Todos sabemos que pasar por una situación de infertilidad no resulta nada fácil, especialmente aquellos que están estrechamente unidos a ella. Durante la juventud, ser padres no suele ser una prioridad, postergando este momento a favor de los aspectos profesionales por ejemplo. Es por ello que a medida que va pasando el tiempo y no hemos cumplido algunos logros personales que nos habíamos propuesto, la idea de un embarazo comienza a verse como algo más cercano. Es precisamente en este momento cuando tras muchos intentos el ansiado embarazo no llega, cuando realmente somos conscientes de que el tiempo no pasa en balde.
La cuestión es que cuando vivimos una situación de infertilidad por parte de algún ser querido, todos tenemos ganas de ayudar pero no sabemos muy bien cómo hacerlo. Y es que cuando no se está en esta situación, resulta difícil saber cómo se siente la pareja y cómo lo están viviendo. Por eso hoy te traemos algunos consejos para que sepas qué hacer y qué decir cuando alguna persona cercana está pasando por este problema.
1. No ofrezcas consejos relacionados con el sexo. Aunque creamos que estamos ayudando, sin querer podemos terminar causando más estrés a la pareja y que no disfruten de los intentos.
2. Evitar contar las experiencias de otras personas como por ejemplo "tengo una amiga que cuando dejó de preocuparse se quedó embarazada…, o la que lo consiguió después de haber adoptado…, o la que tomaba determinadas hierbas para lograrlo…, etc". Y es que muchas veces tendemos a dar consejos basados en historias que conocemos, pero lo único que conseguimos es estresar más a la pareja y ponerlos nerviosos.
3. Reconocer el esfuerzo de la pareja y respetar todo lo que están haciendo mientras estén haciendo el tratamiento de fertilidad. Dar ánimos sin profundizar en demasía es muy aconsejable para motivar.
4. No hacer comparaciones por ejemplo del amor que se siente por un hijo con el que se siente por una mascota, ya que todos sabemos que es muy distinto. Puede asemejarse al amor que sentimos por algún familiar, pero nunca con el de un hijo.
5. Escuchar e intentar ponerse en el lugar de la otra persona, ya que muchas veces solamente con escucharlos y darles muestras de cariño se consigue más. Se trata de estar siempre ahí, de apoyar y de comprender.