Por diversos motivos, muchas mujeres se plantean la
donación de óvulos, pero no conocen cómo se lleva a cabo el proceso o los riesgos que entraña. Lo primero que debes saber es que se trata se trata de una práctica que se realiza para facilitar la fecundación a las parejas que no pueden tener hijos.
En principio cualquier mujer en edad fértil de entre 18 y 35 años y que goce de buena salud puede ser candidata para donar sus óvulos. Tras someterse a las
pruebas médicas establecidas para confirmar que su ovulación es normal y que no padece ninguna enfermedad o infección, comienza el proceso. Por lo general suele preferirse a las mujeres que ya hayan sido madres con anterioridad, pues de esta forma las probabilidades de que la fecundación sea exitosa son mayores.
¿Cómo se realiza la intervención?
La intervención es sencilla e indolora. Los óvulos se extraen a través de la vagina, aplicando primero un anestésico local. Si todo va bien, la mujer puede volver a casa en una hora.
A continuación los óvulos serán implantados en la mujer receptora que también debe haber pasado por exámenes médicos. Además, se intenta que ambas mujeres estén en el
mismo momento de su ciclo menstrual, para lo cual se les administra un tratamiento farmacológico antes de la intervención. El
porcentaje de éxito suele ser de entre el 40 y el 60%, lo cual depende más de la calidad de los óvulos que de la edad de la receptora.
¿Qué riesgos tiene la donación de óvulos?
Aunque la donación de óvulos no influye en la fertilidad de la mujer donante, esto no quiere decir que no existan ciertos riesgos. Por ejemplo, algunos de los efectos secundarios que pueden producirse son el dolor abdominal y la retención de líquidos. Pero no es cierto que se aumente de peso.
Aunque la
Legislación española no permite comercializar con óvulos, las clínicas de fertilidad suelen ofrecer una compensación económica por las molestias causadas por el tratamiento y que suele oscilar entre los 600 y los 900 euros. No obstante, antes de decidirse a
donar óvulos es importante que se reflexione sobre las implicaciones que conlleva y que la mujer donante y la mujer receptora no pueden conocerse entre sí, ni una mujer podrá conocer a los hijos que nazcan de sus óvulos.