Las ecografías
Los increíbles avances experimentados por el diagnóstico radiológico de gestación en los últimos años han hecho que las tradicionales imágenes bidimensionales de las primeras ecografías hayan ido quedando obsoletas.
Mediante sucesivos planos, se puede hacer un seguimiento del desarrollo y de los movimientos del bebé. Es lo que se conoce como ecografía en 4D, que supone una verdadera obra cinematográfica del universo intrauterino. Pero además, también existen las ecografías 5D, que permiten mejorar la calidad de la imagen, proporcionando un efecto de luz y de sombra sobre ella, lo que aumenta la percepción del volumen del feto y mejora la nitidez de la imagen.
Tanto las ecografías 4D como las ecografías 5D se obtienen de una secuencia de imágenes tridimensionales en 3D pero en movimiento y en tiempo real, lo que permite que pueda realizarse una mejor valoración de la actividad del bebé.
¿Cuáles son las ventajas de las ecografías 4D y 5D frente a las ecografías tradicionales?
Las ecografías 4D y 5D permiten obtener imágenes de alta calidad en las que pueden valorarse detalladamente los parámetros del perfil biofísico fetal, la dinámica y la morfología fetales. Además, permiten ver los volúmenes del feto, y así poder detectar posibles malformaciones y visualizar todas las estructuras que se encuentran alrededor del bebé, como el cordón umbilical, el líquido amniótico y la placenta.
También cabe destacar que este tipo de ecografías pueden ser grabadas en un vídeo y ser reproducidas por los especialistas en ginecología u obstetricia para analizarlas y resolver dudas o por la propia familia en casa. Obviamente, una ecografía en 4D o 5D es mucho más fácil de entender para los futuros padres, lo que les dará un plus de tranquilidad al saber que todo se está desarrollando correctamente, lo que es muy positivo para ellos y para otros familiares, tanto desde el punto de vista psicológico como emocional.
En cualquier caso, hay que decir que este tipo de ecografías no sustituyen a los estudios ecográficos convencionales en 2D de la ecografía del primer trimestre para el cribado de aneuploidías ni la ecografía de la semana 20-22 para el análisis morfológico fetal.
¿Cuándo puede hacerse una ecografía en 4D o en 5D?
Las ecografías en 4D y en 5D no entrañan ningún riesgo, por lo que pueden realizarse sin problema en cualquier fase del embarazo siempre que la gestación haya alcanzado ya las 12 semanas. Aunque no es recomendable hacerlo en un estado de embarazo muy avanzado, ya que en este momento la presentación fetal se encontrará por debajo del diámetro mayor de la pelvis materna y será muy complicado obtener las imágenes. Además, en esta fase de gestación el bebé crece mucho, por lo que hay menos espacio y menos líquido amniótico entre la pared del útero y el feto. Si se quiere realizar una eco en 4D o 5D, lo ideal es hacerlo entre las semanas 26 y 28.